miércoles, abril 27, 2011

Motörhead - Lima, 26 de abril de 2011.

Irónicamente  la que una vez, en sus inicios, fue catalogada como una de las peores bandas de rock and roll del mundo (cortesia de los snobs de NME) , me brindo una noche para el recuerdo.  No hablo de virtuosismo, ni de huevadas tipo la “ impecable ejecución” o el “excelente sonido”, si no de toneladas de actitud 100% rockera, en su mejor acepción.  Ya desde el comienzo no más todo fue una suceción de escalofrios, sonrisas y  nudos en  la garganta que este afortunado cholo tuvo la oportunidad de sentir ante la casi irreal imagen del power trio que venía escupiendo un clásico tras otro. Como siempre, mi precaria economía había hecho que compre la entrada para la ubicación más barata, pero debio ser por la bendición que San Lemmy nos echo en el aeropuerto que nos ubicaron en la parte media del recinto, jaja. Bueno en realidad fue por la escasa concurrencia, se veian muchos vacios en el local, asi que el organizador del evento, supongo, se nos acerco y  explico que nos correrian una ubicación más adelante, en fin una  lástima que no se haya podido llenar la pequeña explanada esa, pero por otro  lado bien que por eso hayamos podido apreciar de mucho más cerca a esos 3 forajidos del rock.  En una explanada con capacidad para 10,000 personas calculo que habremos llegado  a 4000, siendo optimistas.  Mejor me guardo mis opiniones y  ya no me hago hígado y prosigo contándoles el concierto.

9:15 pm.  aproximadamente y  el trio hace  su aparición y Lemmy nos espeta su clásica intro: We are Motorhead and we play rock and roll, yeahhhh carajooo, se me escarapela todo el cuerpo, no puedo creer que tenga al barbón al frente y Campbell y Dee cubriéndole las espaldas.  Empiezan los sucios riffs de Iron Fist y nuevamente no asimilo el estar  ahí, a escasos metros, viendo a una de las bandas de mi vida.  No hay compasión y la siguen con Stay Clean y ya me encontraba en pleno headbanging junto a una fila de chibolos y chibolas que habiamos tenido la suerte de ubicarnos en un buen lugar, asi que nos moviamos ahí no más para no perder los sitios. En fin, prosigue la metralla  y ejecutan Get Back in Line, de su último disco ( The World Is Yours) que la gente no manya mucho, y se calma un toque, asi que aprovecho para sacar la fiel Lumix y hacer algunas fotos.  Prosiguen Metropolis, la punkeke Over the Top, One Night Stand y la magistral Rock Out, quiza una de las letras más feelings que haya facturado el tío, ah, chequear el video clip de la misma, un pequeño homenaje a todos sus fieles.  Le dan a The Thousand Names of God, con posterior solo guitarrero de Campbell, y la siguen con I Got Mine y I Know How to Die para abrir paso a otra de mis favoritas The Chase Is Better Than the Catch, donde disfrutamos del Lemmy más pendejo y casanova, que tal letra carajo, en la mejor línea del rock chulesco.  Mención aparte para el demoledor riff incial de ese tema, que me recuerda  harto a otro tema épico, el Keep On Rockin’ in the Free World del old man Neil Young, en fin, antes que me linchen,  prosigo.  In the Name of Tragedy  es la que viene, con atronador  solo de bateria de Dee, que animal el tipo pa tocar asi, la empalman con Just Cos’ You Got the Power que la tocan después de muchos años en un concierto en vivo ( 1988 maso). Lima tuvo el honor.  

Hasta que llega el momento álgido de la noche, las 3 clásicas con la que cierran sus tocadas de esta gira. Inician con la recontra punkeke y ramoniana Going To Brazil y el pogo ya se va armando como debe ser ( aunque no eran muchos en realidad), acaba el tema y empiezan los pesados riffs de Killed by Death, mierda, solo faltaba el rugido de la moto, me digo,  ( como en el video)  y yo me emociono cada vez más y berreo como un poseso junto a toda la chibolada que se sabian el tema también, bien por ellos carajo, esa es la juventud que vale.  Finiquitan esa y comienzan las viscosas líneas de bajo de  Ace Of Spades y yo ya no puedo más y me largo de frente al pogo, con cámara, celular y todo.  Se arma el desmadre, recibo golpe por todos lados y regalo también.  Más de 3 minutos de saltar, golpear y gritar y la terminan y se quitan de improviso. La gente queda exhausta pero espectante, por que se nos avecinaba el climax de la noche. Empezamos todos a corear Overkill, Overkill, Overkill, y después de unos minutos ingresan de nuevo y arremeten sin asco y sin vaselina con el apocalíptico redoble de bateria que da inicio a la canción. El pogo se vuelve brutal al inicio, pero por la mitad la gente comienza a flaquear, obvio, si tenemos en cuenta que la mayoría andaba en ese plan desde el comienzo y que el tema dura casi 6 min.,  se entiende. Igual saco mis últimas fuerzas y llego al término, empapado en mi sudor y en el de otros. ¿ Ven que duro mas de 9 minutos? Jaja. Y ya, eso fue todo, casi hora y media de pura actitud, adrenalina y sentimiento rock and roll, a cargo de una de las mejores bandas del planeta.  Salí del recinto con una sonrisa imbécil en el rostro, como tantos otros que habian ido solos, pero que chucha, hasta ahora me dura. Casi compadezco a los que no fueron.

lunes, abril 11, 2011

The Great Gig in the Sky...otra vez.

¿Recuerdas la boda de nuestro primo mayor? Que tal bombaza que nos metimos, por que la chela iba y venia en el tono y al parecer no había muchos bebedores bravos para la ocasión. ¿Recuerdas  que salimos en tropel con los demás primos menores y nos robamos el VW escarabajo de otro primo, que estaba estacionado en la puerta del local? De milagro llegamos vivos a casa, supuestamente para dejar al menor  que andaba dando tumbos en la pista de baile.  Sorteamos una pared cuando se nos acabo la pista, dimos vuelta en  u y seguimos, solo para rozar un camión que venía en sentido contrario. Ay carajo, irresponsabilidad casi adolescente las de esas épocas. Al llegar tu no supiste como salir del vehículo y te quedaste a dormir dentro de el. Bueno,  solo quedaba esperar la gritada monumental de las tías al siguiente día, que anduvieron buscándonos toda la madrugada creyendo q algo nos había pasado.

Ahora ya no buscarán más primo, ya saben que estas en paz y que al fin dejaste esos odiosos aparatos con los que mantenían lo poco vital que te quedaba. Ahora ya no podré cumplir el ofrecimiento de sacarte una madrugada para hacerte conocer  mis antros favoritos del centro de Lima, chelear y presentarte algunas bataclanas.  Ahora quizá estés mejor que todos nosotros , por que ya no te contaminaras de la mediocridad de este país de mierda, que no se merece a gente honrada, inteligente y trabajadora como tu. Descansa en paz Tito,  prometo que haré un brindis a tu descanso eterno en mi próxima incursión nocturna a esos lugares a los que nunca pude llevarte.

Salud !! 

miércoles, abril 06, 2011

The Great Gig in the Sky*

Mi abuela murió en brazos de su hijo, mi padre, mientras la cargaba para acomodar su lecho de enferma. Él fue testigo de sus últimas lágrimas y quejidos y sobrellevo gran parte de su enfermedad. Tal vez por eso hasta hoy es un tipo duro, solo recuerdo haberlo visto llorar una vez, y de ebrio.


Mi abuelo materno se fue casi en paz, a pesar de su precaria salud en sus últimos años, tuvo una muerte serena, casi como lo fue toda su vida. Esa manera de irse ayuda a asimilar mucho mejor el jodido momento a quienes nos quedamos por aquí.

Pepelu, como le decíamos cariñosamente desde la infancia, se fue de la peor manera. Su inteligentísimo cerebro estaba infestado de mortales tumores, inoperables. No tuve corazón para verlo y despedirme, pero mi hermano si, lo visito en su lecho mientras estaba conectado a muchos tubos. Oró y lloró con su madre.

Mi tía S se fue a consecuencia de una cirugía mal practicada. No le toco una estancia muy feliz mientras estuvo por aquí. Pero quiero creer que tuvo sus pequeños momentos. No fui a despedirla, por que no aguantaría toda la hipócrita presencia de gente que la hizo padecer y aun así estaban en el funeral.

El Mister, como lo llamamos desde siempre, se fue, irónicamente, a unos pocos metros de donde una vez, hace muchos años, había salvado la vida en otro accidente. Esa vez estuvo unas semanas en coma y luego retorno nuevamente entre nosotros. Pero en esta ocasión no tuvo tanta suerte. Una moto lo embistió a la salida de un banco y esta vez duro poco tiempo. Como dijo mi primo, quizá el milagro ya se nos concedió la primera vez, y en esta le tocaba si o si.

Esas son, en resumen, las contadas muertes que me han tocado más de cerca, la última que relato arriba, hace pocos días nada más. Aun no he padecido una demasiado cercana y espero que aun me quede mucho tiempo para eso. Es algo que no se puede prever, pero llegado el inevitable momento solo deseo afrontarlo con entereza y sin demasiado dramatismo, a la “english way” como diría Waters. Tal vez no pueda o tal vez si, pero no desearía salir de todo eso con una mirada sarcástica y desencantada de la vida y la muerte, y más que todo, no me gustaría perder el respeto hacia el dolor que puedan sentir los demás que atraviesan momentos similares. He visto y conocido personas que tienen esa actitud y generalmente se la pasan amargados la mayor parte del tiempo o relativizando todo tipo de dolor.  Eso, a la larga,  deshumaniza.

O tal vez me vaya yo primero, quien sabe, así me evito tanta vaina.



*Referencia al clàsico tema de Pink Floyd. Un escalofriante gemido de casi 5 min. ante  la tristeza e inminencia de la muerte.