Hola de nuevo. Después de muchas lunas estoy de regreso con otro post profundo e introspectivo, ja. Además que el año ya acaba y empiezan los consabidos balances sobre lo mejor y peor que nos toco ver, oír, o vivir. El asunto es que, hasta hace unos días, estaba seguro de lo que iba ser este post, pero un comentario de alguien a quien quiero mucho me hizo replantearlo por completo.
Así que para no perder la tónica nueva añera, este será una suerte de ¿confesión? personal respecto a mi forma de ser durante todos las años que pasaron.
Pues bien, todo empezó con la frase: “ Te respetaría más sí….”. Booommm, que significa eso ¿que la persona a quien menciono líneas arriba nunca me respeto?, o ¿me respeta a medias?, ¿el respeto es relativo, no solo es respeto a secas? ¿al principio si me respeto, pero después ya no?, ¿fue una frase sin sentido nada más?, o ¿solo un exabrupto producto de su espontaneidad?. Confieso que esta sarta de palabrejas me mantuvieron irritado un buen par de días, trataba por todas las formas de buscarle el buen sentido, pero no lo encontraba, quizá mi irritación me hacia verla como una frase mala leche, lanzada con el único fin de herirme por que sí o por que en algún punto de esa discusión yo también la ofendí de algún modo.
Pero como dije, la dichosa frase hizo que volviera a retomar algunos pensamientos respecto a lo logrado por mi en todos estos 31 años, y si pues, tengo que admitirlo, hay una palabreja que ha venido rondándome, palabreja que me resisto a mencionar ( la mayoría de personas también me parece)y es la palabra FRACASO. No es un secreto para nadie que el éxito es un imán que atrae chicas, amigos, y por tanto el respeto de la “sociedad” aun que esta última no me interese demasiado, me basta con el de mi familia y amigos, si es que lo tuviera, aun no estoy seguro del todo en eso.
Se supone que a cierta edad uno ya debe tener ciertos logros mas o menos permanentes (casa, departamento, auto, novia, esposa, hijos, etc) pero si no los tiene inmediatamente te catalogan en la categoría de fracasado, aunque tu no te sientas así, es inevitable darse cuenta de la actitud de amigos y familiares, siempre percibes una ligero o encaletada preferencia ante otro miembro del grupo que ha logrado mayores cosas, y esto lleva implícito el respeto que uno se pueda ganar.
Y si pues, los que me conocen sabrán que aun no he logrado nada de eso, por último ni la novia permanente ( por lo que empezó la discusión que menciono al comienzo), y quieras o no eso condiciona la forma en que te ven las demás personas.
A ver veamos, aquí un ligero recuento de grandes y pequeños fracasos:
- No recuerdo la edad exacta, pero imagino que debió ser a los 8 o 9 años, mi primer abandono, mi primera tirada de toalla. La jodida academia de fútbol en la que me puso mi viejo, con la esperanza de que su retoño resultara fenómeno y jugara en un futuro no muy lejano en algún club argentino de los que él era hincha y de los que se la pasaba hablándote las veces que llegaba de uno de sus interminables viajes. Pues bien como decía, el abandono se dio a los 15 días mas o menos, cuando ya todo el mundo sabía “driblear” unos putos conos naranjas y este chibolo lorna no podía lograrlo sin tirar abajo la mayoría de ellos, creo que esa fue la primera decepción de mi viejo, pude verlo en sus ojos (a mi vieja le daba igual creo, lo del fútbol) y de ahí supongo que también deriva mi fobia hacia todo lo que represente un jodido balón y 11 huevones corriendo para alcanzarlo. Ya se imaginaran el “respeto” de la mayoría de la patota del barrio, nunca me llamaban para jugar y las veces que lo hacían se peloteaban mi permanencia en su equipo.
- Pase sin muchos esfuerzos la primaria y secundaría, a pesar de las bestias de profesores que me tocaron, me las arregle para terminar siempre entre los 5 o 6 primeros de cada grado. Y no, no lo veo como logro, por que siendo sinceros no me costo ningún esfuerzo la verdad.
- La interminable preparación para postular a alguna carrera si que fue un rotundo fracaso, me tire 3 años en lo mismo, probando las más disímiles opciones, desde Medicina hasta Administración, para finalmente ingresar a una carrera para la que no estaba ni remotamente preparado, aunque para tus viejos sonara bonito eso de ser economista.
- Primer gran knock out de la vida (aunque reconozco que me lo merecía), me pase casi 4 años intentando alzar vuelo en la carrera que por azar y suerte me había ligado y no lo logre, la jodida chicha y ron en parte son culpables y mi habitación alquilada en una azotea con un casero demasiado permisivo por otra parte ( en realidad fueron varias habitaciones que alquile en ese lapso, aunque en todas viví lo mismo).
- Segundo knock out, y esta vez si literalmente. Una monumental sacada de mierda por parte de unos pastrulos clasemedieros, cuando fungía de seguridad (guachimán) de una institución, que me devolvieron a mi jodida realidad de debilucho y pusilánime ser cuando de exponer el cuerpo se trata. No me dolió tanto la golpiza como el hecho de tener la certeza que era bien fácil que me saquen la mierda, me defendí como pude, pero no como hubiera querido.
- De los fracasos sentimentales, bueno, no los considero tales, aunque la persona que menciono al comienzo probablemente piense lo contrario. El que prefiera la soledad a determinadas personas no me hace un cobarde. Finalmente ella y yo somos dos caras de la misma moneda, por que si de temores se trata ¿quien teme más? el que no se atreve a romper su soledad o el que tiene miedo de probarla, en fin como dije, solo son dos caras de la misma moneda. Salvo por una persona, no la he pasado tan mal en este aspecto, me considero cómodo con ello y lo poco que he tenido pues creo que ha sido agradable, a pesar de todo. Sé que en el camino me han pasado algunas chiripiorcas que he logrado superar ( por la que a veces se me juzga) y sigo tan cómodo en este aspecto como siempre.
- Y bueno para no hacer tan largo este post, el último KO, fue (es) el financiero por supuesto. Un amigo de mi viejo solía decir que quien no tiene deudas no es hombre, es ahí donde se ven a los meros machos. Pues si le hacemos caso debo ser más hombre que
Juan del diablo y
John Wayne juntos, en fin. Es curiosa la manera en que estas cosas me afectan, más que las cuestiones sentimentales, me vuelvo un energúmeno con los que me rodean cuando las cuentas y los acreedores me agobian, supongo que es la impotencia y frustración de no poder cumplir con todos. Y este fin de año ha sido el peor de todos, es cuando con más fuerza he sentido sobre mis espaldas el “fracaso”, por que no solo fue la cuestión financiera, si no también cuestiones psicológicas que por un momento me sumieron en un sopor e inactividad inusuales en mi. En fin como dijo alguien ya pasará.
Creo que se podría decir que en términos generales aun sigo probando el fracaso ( no digo que soy fracasado) , digo sigo, porque lo considero una etapa, un poco más larga de lo habitual pero que en algún momento se irá. Lo que más me preocupa de todo esto es lo que inició el post, el respeto. Es lo único que me dolería en el alma no tener de las personas que estimo y quiero, ya se que esta palabra está casi indisolublemente unida a la palabra éxito, pero solo espero que las personas, de mi círculo más intimo al menos, tengan otra concepción de esta palabra y no solo la midan por el hecho material, creo que son los suficientemente cultas e inteligentes para eso.
Y a manera de consuelo y para terminar citaré dos frases:
- No es acaso la vida una sucesión de fracasos con pequeñas victorias?, hasta hace poco creí que era frase mia, hasta que la encontre en otro blog.
- No recuerdo si me lo dijo alguien o lo leí en algún sitio, pero me pareció una frase genial, rebosante de sabiduría: No eres un fracasado, por que la pinga aun se te pone dura. Claro, supongo que esa debe ser la mayor miseria para un hombre, que ya no se le pare. Y si de eso se trata, pues creo que aun sigo campeón, jaja. O plop...como diría.