Simplemente hermoso, como siempre Pink Floyd dándote justo lo que necesitas.
El Señor es mi pastor.
Nada desearé.
Me hace tumbar
en verdes pastos
y me conduce hacia aguas tranquilas.
Con brillantes cuchillos
libera mi alma
y me cuelga de ganchos en lugares altos.
Me convierte en chuletas de cordero.
Sí, tiene grandes poderes y mucha hambre.
Pero llegará el día en que los humildes
a base de silenciosa reflexión y mucha dedicación,
maestros en el arte del karate,
sí, nos levantaremos
y le haremos papilla.
1 comentario:
Me ha gustó la letra, buena...
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